Blog Católico de Javier Olivares, jubilado
Escuche una vez a un santo que decía estas paradojas:
Pierde, si quieres ganar,
Baja, si quieres subir.
Sufre, si quieres gozar.
Muere, si quieres vivir.
Y es un buen camino para la santidad,
porque si no renuncias a las cosas de esta vida,
lo dice el Señor,
no serás discípulo suyo.
Y algo parecido nos quieren decir hoy
las DOMINICAS DE LERMA
en el Reto de este día.
Franja
Franja
Las DOMINICAS DE LERMA
Hoy
el reto es vivir el día y sus circunstancias
"como
si todo dependiera de mi
El
Reto Del Amor 13 enero 2016
Año
del Señor 2016
Lerma,
13 de enero
Hola,
buenos días, hoy Inés nos lleva al Señor.
Que
pases un feliz día.
GANAR
O PERDER
Hay conceptos y realidades en la vida que
sólo pueden conocerse e interpretarse según las circunstancias, la
espiritualidad, la Providencia, la experiencia.
Una
de ellas es ganar o perder, porque, a veces, “el que pierde, gana; y el que
gana, pierde”. Nos reímos con mucho cariño al ver un vídeo del concurso
"Qué es una monja dominica para ti" en el que una niña nos quería
explicar esto mismo. Pero es que yo lo experimenté el día de Reyes, cuando toda
la Comunidad jugábamos por primera vez a la oca de Vive de Cristo.
Me
impresionó sinceramente la espiritualidad de la gratuidad que contiene. Yo no
paraba de reírme y de sorprenderme, diciendo:
-¡Efectivamente,
todo es al revés que cualquier juego!
Y
es que, al que peor le salía la jugada, era el más agraciado, hasta el punto de
que yo (que nunca gano en nada) aquí entré la primera en la meta. Sin embargo,
la hermana que llegó la última... ¡es la que se llevó el premio! (aunque luego
tuvimos todas un precioso premio, un mini icono).
De nuevo toca abrir los ojos y el corazón
para darse cuenta del camino de Dios-con-nosotros: “el fuerte se hace
impotente”.
Cuántas
veces hemos experimentado que las cosas no nos salen como queríamos, que
fracasamos en nuestros empeños, que… Y, pasado un tiempo o ciertas
circunstancias, reconocemos que eso era lo mejor lo que nos ocurrió. La
realidad nos desmonta de nosotros mismos, nos hace presentarnos pobres... para
poder reconocer que sólo el Señor sabe lo que nos hace falta, y así confiar en
Él.
Yo
muchas veces he vivido esto, y le he dado gracias porque tomó las riendas
cuando yo no entendía... ¡y qué camino me hubiera perdido de intimidad y
crecimiento! Por eso, ¿perder es ganar? Cristo en el centro y confiarse a
Él.
Hoy
el reto es vivir el día y sus circunstancias “como si todo dependiera de mí,
sabiendo que todo depende del Señor”, vislumbrando en todo su mano amorosa.
VIVE
DE CRISTO
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