sábado, 13 de febrero de 2021

Comentario del Evangelio: "SI QUIERES, PUEDES LIMPIARME". "JESÚS LE DIJO: QUIERO, QUEDA LIMPIO" (Mc 1, 40-45).

Blog Católico de Javier Olivares, jubilado

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D. Jesús Mateo es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente  un lindo comentario del Evangelio. Pienso que vale la pena compartir  con los sacerdotes y con  los seglares que lo soliciten. Lo pongo todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja

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14 de febrero, Domingo, de 2021.

Comentario del Evangelio: "SI QUIERES, PUEDES LIMPIARME". "JESÚS LE DIJO: QUIERO, QUEDA LIMPIO" (Mc 1, 40-45).

Lo narra así San Marcos: "Se acercó a Jesús un leproso suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme". Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: "Quiero: queda limpio. La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio".

Son dos los protagonistas: El leproso y Jesús.

Me llama la atención este leproso. Supera todas las dificultades: No podía acercarse a las personas por el peligro de contagiar.

Tenía que estar fuera del pueblo. Estaba obligado a llevar una campanita e ir gritando: no te acerques; soy un leproso. Pero no hace caso a lo que está establecido. A él solo le importa una cosa: "Ver a Jesús, estar cerca de Jesús, y exponerle su enfermedad".

Por fin ha logrado lo que pretendía. Se acerca a Jesús, se pone de rodillas, y le suplica: "Señor, si quieres, puedes limpiarme".

¡Qué oración más sencilla, humilde y llena de fe!  Da por supuesto que Jesús puede curarle. Sabe pedir con delicadeza, con finura, con confianza, con amor. ¿Cómo reacciona el Señor?

Fíjate en estos cuatro detalles:

1-"sintió lástima"; 2-"extendió la mano" 3-"lo tocó" 4-"quiero, queda limpio".

 

Emociona ver la compasión de Cristo. ¡Qué  humano es! Se compadece del dolor, del sufrimiento, y de la enfermedad del leproso.

Extiende la mano..., lo toca, con ternura, con cariño, sin miedo a contagiarse,  y le dice las palabras que el leproso ansiaba oir y escuchar: "Quiero: queda limpio". Y quedó limpio. La lepra se le quitó inmediatamente.

Todos, tú y yo, también, somos leprosos en el alma. Como el leproso le decimos: "Si quieres, puedes limpiarme de la lepra de mi egoísmo, de mi orgullo, de mi apatía, de mi pereza, de mi buscar inútilmente  ser feliz al margen de tu voluntad...

Jesús nos cura de la lepra del pecado en el Sacramento de la Reconciliación.

Demos gracias, como el leproso, por nuestra curación.

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja. Confeccionado o adaptado por Franja para ponerle en dos de los Blogs católicos de Javier Olivares. baionés jubilado. Baiona. A veces lo he puesto en tres de los blogs, para que los que vayan buscando un comentario de Santo Evangelio, encuentren mayores probabilidades

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Jesús nos cura de la lepra del pecado 

en la confesión,

¡¡¡Dale gracias al Señor!!!

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