domingo, 30 de julio de 2023

"PARÁBOLAS DEL GRANO DE MOSTAZA Y DE LA LEVADURA" (Mt 13, 31-35)

Blog Católico de Javier Olivares, jubilado

D. Jesús Mateo, sacerdote de Valladolid me  envía el  del Evangelio de cada día,  y yo con gran placer lo edito en mis blogs católicos de difusión. Sé que hay muchas entradas porque muchos lo reciben y comparten para ayudarse en su tiempo de oración.

P. Javier Olivares.

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31 de julio, lunes 2023

"PARÁBOLAS DEL GRANO DE MOSTAZA Y DE LA LEVADURA" (Mt 13, 31-35)

Al Señor le gustaba predicar con parábolas. Era y es un modo de predicar sencillo y de sacar unas aplicaciones prácticas. Además es un medio y una técnica muy buena para ganarse la atención del público.

Nos dice Jesús en esta parábola que el Reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Como sabes, ese hombre es Jesucristo. El grano de mostaza se entiende que es la predicación del Evangelio y de la Iglesia. El campo es el mundo entero; tú y yo. La parábola alude evidentemente a la universalidad y crecimiento de la Iglesia, que acoge a todos los hombres del mundo entero. La semilla se desarrolla constantemente en todas las latitudes y tiempos, a pesar de las contrariedades que siempre ha tenido, tiene y tendrá hasta el final de los tiempos. Cuenta con la promesa de Dios y con su asistencia divina. 

La Iglesia, que empezó con un puñado de pescadores y gente sencilla, ha llegado a toda la humanidad. A pesar de las persecuciones,  de las dificultades del mundo, de las asechanzas del Diablo, y de nuestras deficiencias y pecados personales, la Iglesia permanece con vida y nadie será capaz de destruirla  por más que lo hayan intentado las fuerzas del mal a través de los siglos.

A esa Iglesia pertenecemos tú y yo. Es más, somos Iglesia. Demos gracias a Dios por pertenecer a la Iglesia: Una, Santa, Católica y Apostólica. Amemos a la Iglesia. Demos la cara y la vida por ella. Y tenemos una misión sublime, como nos recuerda hoy Jesucristo  a través de la parábola de la levadura

 

Tú y yo, cristianos, hijos de la Iglesia, tenemos que ser levadura que fermente la masa entera. Eso hicieron los primeros cristianos. Ellos lograron que la fe penetrara en las familias, en el Senado, en la milicia, y hasta en el palacio imperial. Para vibrar, para ser un grano de mostaza, para ser levadura, es necesario la unión con Cristo. No lo olvides, sin Él no podemos hacer nada; con Él mayoría absoluta.

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo.

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