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D. Jesús Mateo me manda todos los días un comentario del EVANGELIO para editarlo en el Blog católico de Javier Olivares, baionés jubilado, Baiona. Lo hago con gran placer por el bien que hace su difusión por el formato de Blog. P. Franja
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31 de octubre, Domingo de 2021
COMENTARIO: DIJO JESÚS: "AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN Y CON TODA TU ALMA Y CON TODA TU MENTE...
Y AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO" (Mc 12, 28-34)
Hace unos años escribí, con motivo de la Navidad, para niños y mayores, un librito que titulé "El Hijo que pudo elegir Madre" y en él narraba "El Sueño que tuvo Dios-Hijo". En definitiva, contaba que Dios Hijo había soñado desde toda la eternidad con tener una Madre..., y lo feliz que estaba cuando nació La Virgen, su Madre. Se había cumplido su sueño.
Hoy, quiero pensar que Dios Padre también tuvo "su sueño" que se lo comunicó a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo, y a ambos les pareció muy bien y aprobaron el plan del Padre a pesar de que eran conscientes de que corrían un riesgo al crear al hombre libre.
Soñó con crear al hombre a su imagen y semejanza con un doble fin: Para amarlo y para recibir asimismo su amor. El primer fin estaba asegurado: Dios, que es Amor, creó al hombre y lo amó con un amor infinito.
Nos hizo partícipes de su vida y nos hizo hijos suyos, hijos de Dios. Y su amor llegó hasta la "locura"; hasta entregarnos a Su Hijo a la muerte y muerte de Cruz para salvarnos del pecado y abrirnos las puertas del Cielo.
Ante esta verdad inimaginable, tan feliz y consoladora, me pregunto: ¿saber que Dios nos quiere tanto, y no nos hemos vuelto locos de amor? ¿Te puedes imaginar algo más grandioso y divino? ¡¡¡DIOS ME AMA!!! Y esta primera parte le salió a Dios de maravilla, porque dependía de Él.
Y, ¿la segunda parte cómo le salió? Dios creó al hombre para amar. ¡Qué cosa más preciosa y bonita! Para amarle a Él y para amar con Él a todas las demás personas. Por tanto, mi vida tiene un fin. Estoy en esta vida para AMAR.
Primero para amar a Dios. Y para amarle sin peso ni medida: con todo el corazón, con toda el alma, con todo el ser, con todas mis fuerzas. Este es el primer Mandamiento como aprendimos desde niños: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a mí mismo. Y Dios así lo esperaba y así lo espera. Pero... ¿Amamos así, tú y yo, a Dios y al prójimo?
Día 1 de NOVIEMBRE,
FIESTA DE TODOS LOS SANTOS
Reconozco que miles y miles de personas, santos, a los que vamos a recordar y celebrar mañana, han cumplido estos dos Mandamientos y Dios se siente orgulloso de ellos y de su "sueño".
Pero...,pienso en tu vida y en la mía y temo que Dios no esté "del todo" contento y seguro de que su sueño se vea cumplido en ti y en mí. Tú y yo queremos amarle así, pero reconocemos que somos limitados y que necesitamos su gracia.
Pídele, conmigo, a la Madre del Amor Hermoso que nos enseñe a Amar.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que
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