viernes, 27 de noviembre de 2015

Novena Inmaculada, Día 7 de diciembre, Día Noveno

Blog Católico de Javier Olivares, jubilado

Novena Inmaculada, Día 7 de diciembre, 
Día Noveno 



DIA NOVENO
MONICIÓN PARA ESTE DÍA

Es muy fácil centrar toda nuestra atención en la escena del Calvario. De pie, María, junto a la Cruz de Cristo, en compañía de otras personas: un hombre joven, Juan. Unas mujeres piadosas. Una pecadora penitente. Dos ladrones crucificados. Dos conversos de última hora: Dimas y Longinos. A todos los corredimidos por los Dolores de la Virgen, la misericordia de Dios Padre y de nuestro Redentor Jesucristo.
R. — Amén.

REFLEXIONES EVANGÉLICAS: AMOR A LA CRUZ
Proclamación solemne de la Maternidad de la Virgen sobre nosotros. Es un marco de universalidad, de apertura. «Mujer, he ahí a tu hijo». «Hijo, he ahí a tu Madre».



LECTURA: San Juan, 19, 25-27.
Jesús y su Madre.  25Estaban en pie junto a la cruz de Jesús su madre, María de Cleofás, hermana de su madre, y María Magdalena. 26Jesús, viendo a su madre y junto a Ella al discípulo que El amaba, dijo a su madre: “Mujer, he ahí a tu hijo”. 27Luego dijo al discípulo: “He ahí a tu madre”. Y desde aquel momento el discípulo la recibió  en su casa.

Todos cobijados por la Cruz que tiene un signo de apertura infinita y eterna. Todos unidos en Cristo bajo su mirada. No hay almas de segunda clase. A todos busca y llama la Iglesia, porque todos son hijos de Dios. No puede haber en la Iglesia monopolios, ni sociedades limitadas, ni exclusivas. Los brazos de Cristo abiertos lo indican y la compañía que tiene la Virgen lo define solemnemente. La Virgen goza de la maravillosa variedad de los Hijos de Dios. La Iglesia es bendita por esa maravilla de la variedad en la unidad: No es cristiano rechazar lo que no nos va o no hemos tenido la humildad de conocer. Si la Iglesia, que es Cristo, aprueba, nosotros con los brazos abiertos. La Madre Iglesia es fecunda como la Sangre de Cristo. Amplitud y reciedumbre. Corredención. María no habla, no se le oye ni un gemido y corredime.

ACLAMACIONES
D. — Para que la salvación que nos conseguiste asociando tus dolores a los del Señor llegue a todas las almas.
R. — Intercede, Madre, por nosotros.
D. — Para que comprendamos y vivamos la apertura de la Cruz.
R. — Intercede…
D. — Para que busquemos nuestro puesto al lado de Cristo Crucificado.
R. — Intercede…
D. — Para que vivamos la audacia y la reciedumbre de la Cruz.
R. — Intercede…

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
D. — Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios.
R. — Anunció la alegría a todo el mundo.

OREMOS
Dios, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen preparaste digna morada a tu Hijo, te suplicamos, que, así como por la muerte prevista de tu Hijo la preservaste de toda mancha, por la intercesión de María nos concedas llegar a Ti enteramente limpios. Te lo pedimos por Nuestro Señor Jesucristo…
R. — Amén.
D. — Que el auxilio divino permanezca siempre con nosotros.
R. — Amén.

Canto a la Virgen
Salve Mater Misericordiae

https://youtu.be/LBLqsWt4msg

(Salve, Madre de misericordia).
(Así deben cantar en el cielo)


Si compartes la novena de la Inmaculada, 
crecerá tu amor a la Virgen María.
Franja

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