Blog Católico de Javier Olivares, jubilado
Una historia nº 21
que nos enseña a seguir el plan de Dios
por sobre todas las cosas.
Susurro de Dios
Un hombre susurró: "Dios, háblame".
Y entonces cantó un pajarito. Pero el hombre no escuchó.
Entonces, el hombre gritó: "Dios, háblame".
Y entonces se oyeron truenos a través de un colchón de nubes.
Pero de nuevo el hombre no escuchó.
El hombre miró a su alrededor y dijo: "Dios, déjame
verte".
Y una estrella brilló en el firmamento como nunca había
brillado.
Pero el hombre no miró al cielo y no la vio...
Entonces el hombre, indignado, fuertemente gritó:
"Dios, déjame ver un milagro". ¡Y nació su hijo!
Pero el hombre no se dio cuenta de la nueva e irrepetible vida
que comenzaba.
Entonces gritó desesperado: "Dios, tócame, déjame
sentirte".
En ese momento, Dios bajó del cielo y tocó al hombre en su
mejilla suavemente.
Pero el hombre quitó la linda mariposa de su mejilla y siguió su
camino.
Esto nos debe recordar que Dios siempre está a nuestro lado, en
todo, en lo grande y lo sencillo, al igual que en cosas a las que no le
prestamos mucha atención.
Inclusive en nuestra era electrónica.
El hombre, llorando, gritó: "Dios, necesito tu ayuda".
Y, en ese momento, le llegó un mensaje de correo electrónico con
buenas noticias, dándole aliento, y con la oración y el abrazo de alguien que
lo quería...
El hombre no lo vio... Siguió trabajando y lo borró sin leerlo.
No te pierdas de una oración ni de un buen amigo sólo porque la
envoltura no es lo que tú esperas...
Dios nos habla a través de las personas más sencillas y menos
esperadas.
Este mensaje vino con la instrucción de que yo lo envíe a todo
aquél a quien yo quiera que Dios le dé su bendición, y yo te escogí a ti.
Tú puedes hacer lo mismo y enviárselo a quien tú quieras
bendecir también. Espera siempre lo inesperado .
Que Dios nos bendiga!!!
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