Blog Católico de Javier Olivares, jubilado
UN
CHOCOLATE MUY ESPECIAL
- Mami, mami, hoy
llegó una niña nueva a la escuela.
- Que bien cariño,
¿Jugaste con ella?
- No mami, la mordí.
- ¿La mordiste? pero,
¿por qué lo hiciste?, la niña nueva estará muy triste.
- Mami, yo quería
probarla.
- ¿Probarla?
- Si mami, la niña
nueva es de chocolate y otros niños la llamaron negra.
- ¿De chocolate?,
¿Negra? ¡Oh! Cariño ya entiendo. Ven, acércate, siéntate junto a mi, quiero
contarte una historia…
Mira hace muchos años, en un país
muy lejano existía una pequeña aldea en la que sus habitantes vivían muy
tristes, porque el Sol cada día brillaba tan fuerte que solo les quedaba la
noche para poder salir fuera de sus casas. Los niños no podían ir a la escuela,
los papás no podían ir al trabajo…
- Pero mami, hoy también brillaba
el Sol fuerte y fuimos a la escuela…
- Tienes razón cariño, pero
fíjate, escucha…
En aquella aldea además de
brillar muy fuerte el Sol, quemaba tanto, que los campos estaban sin flores,
los ríos se secaban y si sus rayos tocaban en la piel de los aldeanos les
producía unas quemaduras terribles. Entonces un día una niña pequeña como tú,
le dijo a su mamá:
- Mami, esta noche buscaré al
Señor Sol y le pediré por favor que deje de quemar nuestros campos, de secar
nuestros ríos y de dañar nuestra piel. Él no me da miedo, la noche me protegerá
y yo me cubriré muy bien.
La niña subió muy despacito una
gran montaña esperando sin miedo a que el Señor Sol apareciera en el horizonte.
- ¡Señor Sol, Señor Sol!
- ¿ Quién me despierta tan
temprano?, Aún no ha amanecido-
La voz del Señor Sol era un poco ronca pero la niña no se asustó y continúo llamándole…
La voz del Señor Sol era un poco ronca pero la niña no se asustó y continúo llamándole…
- ¡Señor Sol, Señor Sol por favor
deje de quemar a mi pueblo!
Entonces el Señor Sol abrió sus
brillantes y grandes ojos sorprendiéndose al ver a una niña pequeña envuelta en
telas de muchos colores, despertándole tan temprano.
- ¿Qué haces aquí pequeña?
¿Por qué llevas esas telas?,
apenas puedo verte. ¿No tendrías que estar en la escuela?-
Le preguntó El Señor Sol un poco disgustado-
Le preguntó El Señor Sol un poco disgustado-
Entonces la niña le explico con
todo detalle el motivo de su visita.
- Si me quito estas telas,
quemarás mi piel clara y me dolerá mucho-
El Señor Sol se quedó muy pensativo y transcurridos unos minutos a los que la niña espero pacientemente le dijo:- Eres muy valiente, y tienes un gran corazón porque no solo has venido por ti, así que voy a hacerte un regalo.
El Señor Sol se quedó muy pensativo y transcurridos unos minutos a los que la niña espero pacientemente le dijo:- Eres muy valiente, y tienes un gran corazón porque no solo has venido por ti, así que voy a hacerte un regalo.
Buscó en un bolsillo de su gran
bola radiante, sacando de él unos saquitos que entregó a la niña diciéndole:
- Mira, dentro de estos saquitos hay unos pequeños escudos mágicos que protegerán tu piel y a todos los habitantes de tu aldea. Tu piel se oscurecerá y estará siempre protegida contra mis fuertes rayos. Para tus campos y tus ríos,mandaré a mis amigas las nubes para que preparen las estaciones de las lluvias y no se olviden de tu aldea.
- Mira, dentro de estos saquitos hay unos pequeños escudos mágicos que protegerán tu piel y a todos los habitantes de tu aldea. Tu piel se oscurecerá y estará siempre protegida contra mis fuertes rayos. Para tus campos y tus ríos,mandaré a mis amigas las nubes para que preparen las estaciones de las lluvias y no se olviden de tu aldea.
La pequeña agradeció al Señor Sol
todos sus regalos y marchó rápido hacia la aldea. Al día siguiente, todos los
habitantes de la aldea habían puesto ya en su piel los pequeños escudos mágicos
que les protegerían de los fuertes rayos solares. Su piel se oscureció,
¡estaban radiantes! Y la aldea volvió a la normalidad.
-Mami, entonces, ¿mi amiguita
viene de un país lejano?. –
Seguramente cariño, sus abuelitos o sus antepasados vinieron de lugares donde el Señor Sol quema mucho y una fina capa de su piel se oscurece para protegerles. Por eso tu pensaste que tu amiguita era de chocolate.
Seguramente cariño, sus abuelitos o sus antepasados vinieron de lugares donde el Señor Sol quema mucho y una fina capa de su piel se oscurece para protegerles. Por eso tu pensaste que tu amiguita era de chocolate.
-Gracias mami, mañana le daré
muchos besitos a mi nueva amiga, le pediré perdón y jugaremos juntas. Sabes
mami, su cara estaba radiante.
Sobre la autora del Cuento: Eva
María Riber Herráez
Me llamo Eva Mª tengo 51 años.
Soy maestra. Actualmente trabajo en un colegio religioso concertado con niños y
niñas de 3º de primaria. Me fascina mi trabajo. También me fascina escribir
cuentos para niños, adolescentes y algunas veces me atrevo con pequeñas
poesías. En mi vida personal estoy casada desde hace 29 años, tengo tres hijas
dos de ellas ya casadas. Ellas me enseñan mucho, me inspiran a veces por sus
logros otras veces por los problemas que surgen día a día.
Este cuento se lo dedico a todos
esos niños que injustamente son insultados o rechazados. En especial se lo
dedico a mis nietos a Fran y a Silvia, mis dos preciosos nietos mulatos. A mis
51 años la vida me ha enseñado mucho, y he tenido que hacerme fuerte. Mi
segunda hija fue mamá a los 17 años, Mi hija mayor se recupera
satisfactoriamente de un cancer linfático. Volví a tener otra nieta de mi
segunda hija y ya está esperando el tercer bebé. Escribir, y escribir para
niños me fascina. Aunque nunca he presentado mis cuentos a concursos excepto en
Navidad, en donde he conseguido dos primeros premios, sigo escribiendo en cuanto
tengo un poquito de tiempo
Todos los docentes tenemos una
gran suerte. Trabajar con niños. Os mando un fuerte abrazo desde este Madrid
hoy nevado y frío.
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