Blog Católico de Javier Olivares, jubilado
Una repetición para mandar por WhatsApp.
Existen dos clases de hombres
Los que pasan la vida soñando y los que dan vida a sus sueños.
Los que sueñan con logros y los que logran sus sueños.
Los que siguen las huellas y los que las dejaron.
Los que ven para pòder creer y los que creen antes de ver.
Los que sueñan con logros y los que logran sus sueños.
Los que siguen las huellas y los que las dejaron.
Los que ven para pòder creer y los que creen antes de ver.
Los que te pisan al subir y los que suben a ayudar.
Los que te dan confianza y los que te la quitan.
Los que dan sin pedir a cambio y los que te piden el cambio.
Los que escogen una de dos y los que toman las dos.
Los que te dan confianza y los que te la quitan.
Los que dan sin pedir a cambio y los que te piden el cambio.
Los que escogen una de dos y los que toman las dos.
Los que se asoman por la ventana y los que se salen por ella.
Los que nacen, se reproducen y mueren y los que nacen, producen y nunca mueren.
Autor: Mty Mx Marco Tulio
Los que nacen, se reproducen y mueren y los que nacen, producen y nunca mueren.
Autor: Mty Mx Marco Tulio
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Franja
Y un ejemplo de amor
Y un ejemplo de amor
EJEMPLO
DE AMOR
Cierto
día, una gigantesca águila de Escocia arrebató de su madre a un bebé dormido.
Enseguida,
toda la gente de la aldea se movilizó para ofrecer su ayuda.
Pero
el águila no tardó en posarse sobre un elevado despeñadero, por lo que todos
temieron por la suerte de la criatura.
Un
marino trató de ascender, pero se vio obligado a desistir de su intento.
Luego,
trató de subir un robusto montañés, acostumbrado a escalar los cerros de la
región.
Pero
su esfuerzo fue en vano.
Por
fin, se adelantó una humilde campesina, quien fue
afirmando
sus pies en una saliente tras otra de la roca, hasta llegar a la cumbre del
despeñadero.
Mientras
temblaban los corazones de los observadores, la mujer descendió paso a paso,
hasta que, en medio de los gritos de los aldeanos, regresó con el bebé junto a
su pecho.
¿Por
qué esa mujer tuvo éxito donde el fuerte marino y el experimentado montañés
habían fracasado?
Porque
ella tenía un gran amor hacia la criatura.¡Era su madre!
Su
amor maternal la había llevado a arriesgar su vida, con tal de salvar a su
pequeño hijo.
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