Llegó Jesús a la región de los gerasenos. "ESPÍRITU INMUNDO, SAL DE ESTE HOMBRE" (Mc 5, 1-20)

Blog Católico de Javier Olivares, jubilado

Jesús  Mateo, sacerdote de Valladolid me  envía el  Comentario del Evangelio de cada día,  y yo con gran placer lo edito en mis blogs católicos de difusión. Sé que hay muchas entradas porque muchos lo reciben y comparten para ayudarse en su tiempo de oración.

P. Javier Olivares.

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29 de enero, lunes 2024

Llegó Jesús a la región de los gerasenos. "ESPÍRITU INMUNDO, SAL DE ESTE HOMBRE" (Mc 5, 1-20)

La escena tuvo que ser impresionante. Llegó Jesús a la región de los gerasenos. Le salió al encuentro un hombre poseído del Demonio y le pidió que le expulsara puesto que eran Legión, eran muchos. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en unos dos mil cerdos que se abalanzaron acantilado abajo al mar y se ahogaron.

Una vez más aparece el Diablo haciendo el mal. Tengamos en cuenta las palabras de San Pedro: "Sed sobrios, estad alerta, que vuestro enemigo el Diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar; resistirle firmes en la fe".

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo.

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PRESENTACIÓN DEL LIBRO "EVANGELIO".

Como ya os había anunciado, el jueves, día 25, tuvo lugar la presentación del libro "Evangelio". Cerca de un centenar de amigos asistieron a dicho acto. He dicho amigos y es la palabra más acertada para definir a los participantes.

Te doy gracias, Señor, por la cantidad de amigos que has puesto a mi lado; personas que me aman y me quieren y a las que yo amo y quiero y rezo por cada uno de ellos. Me sentí feliz, arropado por los que asistieron, y también por los que no pudisteis participar pero que estabais presentes en espíritu. No hay duda de que la felicidad es querer y saberse querido. No me extraña lo que oí comentar de un moribundo de que se arrepentía de no haber amado mucho más y a muchos más.

Señor ayúdame a ser amigo de mis amigos en los momentos fáciles y en los difíciles. Concédeme la gracia de ser "tu rostro" para todos, pero,  especialmente,  para los amigos. Que sepan que yo estoy ahí cuando me necesiten; y no dudo de que ellos estarán junto a mí cuando, de vez en cuando, yo los necesite. Rezo por ti, que recibes mi comentario, y rezaré hasta que estemos juntos en el Cielo, y espero que tú reces por mí.

Jesús Mateo. Sacerdote.

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