lunes, 28 de diciembre de 2020

Comentario del Evangelio: "Y A TI, MARÍA, UNA ESPADA TE TRASPASARÁ EL ALMA” (Lc 2, 22-35)

Blog Católico de Javier Olivares, jubilado

D. Jesús Mateo es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente  un lindo comentario del Evangelio. Pienso que vale la pena compartirlo con los sacerdotes y con  los seglares que lo soliciten. Lo pongo todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja

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29 de diciembre, martes de 2020 

Comentario del Evangelio: "Y A TI, MARÍA, UNA ESPADA TE TRASPASARÁ EL ALMA” (Lc 2, 22-35)

La Sagrada Familia sube a Jerusalén, como buenos y piadosos israelitas, con el fin de cumplir con dos prescripciones de la Ley de Moisés: Purificación de la madre, (la Virgen no estaba obligada pero quiso someterse a la ley) , y Presentación y rescate del primogénito.

En el Templo se encontraba el anciano Simeón que había recibido la revelación de Dios que no moriría sin haber visto antes al Mesías.

"Al entrar el Niño Jesús con sus padres, lo tomó en sus brazos y bendijo a  Dios diciendo:

Ahora, Señor, me  puedes dejar a tu siervo irse en paz...porque mis ojos han visto a tu Salvador al que has puesto ante la faz de todos los pueblos, como luz que ilumine a los gentiles y gloria de Israel, tu pueblo".

No me puedo imaginar lo que sentirían la Virgen y San José. El Evangelio dice que se "admiraban" de lo que decía del niño.

Se mirarían llenos de una gran alegría y de un gran gozo por las alabanzas que el anciano Simeón hacía del Niño.

Para unos padres la mayor alegría es que hablen bien de su hijo. La Virgen y San José quedaron sorprendidos y admirados de lo que decía del Niño el anciano Simeón.

Pero..., no menos les impresionó lo que a  continuación le manifestó a María su Madre:

"Mira, le dijo, éste ha sido puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel, y para signo de contradicción, y a tu misma alma la traspasará una espada".

¡¡¡QUÉ POCO DURÓ LA ALEGRÍA!!!

¿Qué sentiría la Virgen en este momento?

No lo iba a poder olvidar en su vida. Siempre lo iba a tener presente. Su alma, desde este instante, quedó traspasada por una espada.

Me impresiona el dolor tan intenso de María, Madre jovencísima...al pensar en el sufrimiento que le esperaba a su Niño. Sufría por él. ¿Qué será de mi hijo? pensaba

Es un dolor inenarrable que traspasa su alma; es un dolor de Madre- Corredentora unida a los sufrimientos de su Hijo.

Nos unimos al dolor de la Virgen. Desde este momento "una espada traspasó su alma".

El dolor de la muerte de los niños inocentes, también fue dolor de María.

Queremos compartir con Ella este dolor, en medio de la alegría de Navidad

Jesús Mateo, sacerdote.
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Que Dios pague este  esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone  nunca. Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Un abrazo.   Franja.

Confeccionado o adaptado por Franja para ponerle en dos de los Blogs católicos de Javier Olivares. baionés jubilado. Baiona.

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 A tu misma alma la traspasará una espada".


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