Blog Católico de Javier Olivares, jubilado
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Jesús Mateo, es un Sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y también compartirlo, además de con los sacerdotes, con los seglares que lo soliciten. Lo pongo también todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja
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3 de Junio, miércoles de 2020.
Comentario: MES DE JUNIO: MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.
Al hablar del Corazón de Cristo ne vienen a la mente las palabras de Fray Angélico: "Quien quiera pintar a Cristo sólo tiene un procedimiento: Vivir con Cristo".
Si tú y yo queremos saber cómo es el Sagrado Corazón de Jesús, hemos de vivir con Él y en Él.
San Agustín, en sus comentarios al Cantar de los Cantares, popularizó la visión de Jesús como "el más bello de los hijos de los hombres"
Los textos evangélicos dan a entender que el rostro de Jesús era un rostro hermoso, con mucha personalidad y empatía: arrastraba, tenía gancho.
¿Cómo sería su rostro?
Pienso que a todos nos hubiera gustado saber cómo era su rostro. Pero esto no es lo más importante, sino su AMOR, que es el que nos ha salvado.
Y, por otro lado, ¿no será cosa de su providencia esto de que nada sepamos de sus facciones para que cada hombre, cada generación pueda inventarlo y hacerlo suyo?
Esto lo intuyó ya Focio, Patriarca de Constantinopla en el siglo IX, que escribía:
"El rostro de Cristo es diferente entre los romanos, los griegos, los indios y los etíopes, pues cada uno de estos pueblos afirma que se le aparece bajo el aspecto que le es propio".
Tal vez esta es la clave: no dejó su rostro en tabla o imagen alguna porque quiso dejarlo en todas las generaciones y todas las almas.
Su corazón es maternal como queda reflejado en su vida y en su predicación, y de un modo especial en sus parábolas, como la del Hijo Pródigo y del Buen Pastor.
Las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús nos están diciendo a todos las palabras que dirigió a Santa Margarita María de Alacoque:
"Mira este Corazón que HA AMADO TANTO A LOS HOMBRES y que no ha omitido nada hasta agotarse y consumirse para manifestarles su amor; y en reconocimiento, Yo no recibo de la mayor parte sino ingratitudes por sus irreverencias y sacrilegios y por las frialdades y desprecios que tienen hacia Mí en este sacramento de amor".
¡Qué palabras más tristes y desgarradoras!
Ante tanto amor por parte de su Sagrado Corazón, sólo recibe, de la mayor parte, ingratitudes, frialdades, desprecios, pecados...
Tú y yo no podemos ser "de esa mayor parte".
Tenemos que ser "de sus amigos".
Le pedimos con mucho amor y cariño:
"DANOS UN CORAZÓN A LA MEDIDA DEL TUYO".
"CORAZÓN SACRATÍSIMO Y MISERICORDIOSO DE JESÚS, DANOS LA PAZ"
"SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS,
EN VOS CONFÍO"
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague este esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja.
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