Blog Católico de Javier Olivares, jubilado
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Jesús Mateo es un Sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y también compartirlo, además de con los sacerdotes, con los seglares que lo soliciten.
Lo pongo también todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja
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13 de junio, Sábado de 2020
Comentario : "EN LA FIESTA DEL
CORPUS CHRISTI" ( III )
¡Oh memorial de la muerte del Señor, Pan vivo que das la vida al hombre, concede a mi alma que viva de Ti, y que saboree siempre tu dulzura!
Son preciosas las estrofas que compuso Santo Tomás de Aquino en el Himno Adoro te devote.
En ésta nos habla del Pan vivo que da la vida al hombre y que es una comida "dulce al paladar" y nos invita a saborear de su dulzura.
¡¡¡QUÉ GRAN MILAGRO!!!
El pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo.
¿Quién se lo podía imaginar? Es impresionante, maravilloso, divino.
En Cafarnaún le dijeron al Señor: "DANOS SIEMPRE DE ESE PAN" (Jn 6, 32-34)
Tú y yo se lo pedimos de corazón: "Jesús danos de ese pan, que según Tú has dicho, quien lo come no tendrá hambre y el que cree en Ti no tendrá nunca sed...Quien coma de él no morirá, vivirá eternamente" (Jn 6, 48-50).
Jesucristo que se nos da en la Eucaristía, es nuestro alimento absolutamente imprescindible. Sin Él, muy pronto caemos en una extrema debilidad.
Él nos fortalece para caminar, pues cada jornada recorremos un trozo del camino que nos acerca al Cielo.
La Sagrada Comunión es sin duda la acción más maravillosa de Jesús, que se entrega a cada persona en particular.
La Comunión es siempre única e irrepetible; cada una es un prodigio de amor; la del día de hoy es siempre diferente a la de ayer; nunca se repite del mismo modo la delicadeza de Jesús con nosotros, y tampoco se debe repetir el amor que se renueva incesantemente, sin rutina, cuando nos acercamos a comulgar.
Es de bien nacido el ser agradecido.
Agradezcamos, tú y yo, el don, la gracia, que Dios Nuestro Señor venga a nuestro pecho. Que se encierre en nuestra pequeñez, el que ha creado cielo y tierra.
La Virgen María fue concebida inmaculada para albergar en su seno a Cristo.
Tú y yo somos pecadores y, como tales, acudimos a Nuestra Señora para que nos conceda la gracia de arrepentirnos de nuestros pecados
y de acercarnos a comulgar, siempre, en gracia de Dios, y con su misma pureza, humildad y devoción.
Jesús Mateo. Sacerdote
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Que Dios pague este esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja.
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