D. Jesús Mateo, sacerdote de Valladolid me envía el del Evangelio de cada día, y yo con gran placer lo edito en mis blogs católicos de difusión. Sé que hay muchas entradas porque muchos lo reciben y comparten para ayudarse en su tiempo de oración.
P. Javier Olivares.
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26 de julio, miércoles 2023
"LA PARÁBOLA DEL SEMBRADOR" (Mt 13, 1-9)
Una vez más meditamos la parábola del Sembrador. La has leído y meditado muchas veces. Hoy vamos a pedirle al Señor que nos haga ver algo nuevo, que nos dé luces nuevas, para meditar el Evangelio de hoy. Yo me imagino a Dios Nuestro Señor como un divino sembrador que no deja de arrojar sobre mi alma su palabra, sus insinuaciones. Hoy me hace ver que continuamente está sembrando en mi alma algo nuevo.
En el día de hoy lo hace a través de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Bienaventurada Virgen María, los abuelos de Jesús. ¡Qué santos tuvieron que ser San Joaquín y Santa Ana para merecer ser los padres de la Virgen María y los abuelos de Jesús!
Esta semana pasada una persona me hablaba de la santidad de su madre, que ya falleció, con tanto cariño que me impresionó muy gratamente y me hizo pensar constantemente en la mía. ¿Cómo hablaría la Virgen de sus padres y Jesús de sus abuelos?
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El sábado celebré las bodas de Oro de unos amigos; tienen cuatro hijos y veintiún nietos. ¡Qué besos y abrazos daban los nietos a los abuelos! Dos de ellos, de doce años, actuaron como monaguillos en Misa y me ayudaron a preparar la homilía hablándome de las cualidades del abuelo y de la abuela. ¡Qué chavales más listos y espabilados! ¡Qué bien destacaron las cualidades y virtudes de cada uno de los abuelos!
Diréis, y ¿qué tiene que ver esto con la parábola del sembrador? Para mí mucho, ya que Dios se sirvió de estas dos vivencias que he citado para sembrar en mi corazón el buen ejemplo de amor y de cariño de los nietos para con los abuelos y de los abuelos con los nietos, y de una hija para su madre.
Dios siempre está sembrando...y la semilla cae en nuestro corazón una vez a través de los abuelos y otra vez a través de los hijos y de los nietos. Para mí Dios se sirvió de esas bodas de oro para "sembrar a manos llenas" en mi corazón".
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo.
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