Blog Católico de Javier Olivares, jubilado
Admite tus Faltas
18 de mayo de 2010 a las 17:48
Una historia que trata sobre la
humildad
Un hombre que tenía un grave
problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte.
Un día visitó un museo con
algunos amigos. Se le olvidaron los lentes en su casa y no podía ver los
cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo de ventilar sus fuertes opiniones.
Tan pronto entraron a la galería,
comenzó a criticar las diferentes pinturas. Al detenerse ante lo que pensaba
era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad
dijo: "El marco es completamente inadecuado para el cuadro.
El hombre está vestido en una
forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error
imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es
una falta de respeto".
El hombre siguió su parloteo sin
parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó
discretamente para decirle en voz baja: "Querido, - estás mirando un
espejo!!!".
Muchas veces nuestras propias
faltas, las cuales tardamos en reconocer y admitir, parecen muy grandes cuando
las vemos en los demás. Debemos mirarnos en el espejo más a menudo, observar
bien para detectarlas, y tener el valor moral de corregirlas; es más fácil de
negarlas que reconocerlas. Por eso es necesario hacer a un lado el orgullo pues
solo con humildad podremos ver nuestros defectos y corregirlos.
El que encubre sus faltas no
prosperará, más el que las admite con humildad alcanzará misericordia y crecerá
como persona.
“El que encubre sus faltas no
prosperará,
más el que las admite y se aparta
alcanzará misericordia.
Proverbios 28:13”
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Harás el bien.
Franja
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