Blog Católico de Javier Olivares, jubilado
Meditación de las Letanías del Sagrado Corazón
Por San Juan Pablo II
8 -Corazón de Jesús, asilo de Justicia y de Amor
30 de junio, 1985
1. "Corazón de Jesús, santuario de justicia y caridad."
Del centro de nuestra asamblea, reunida en el día conclusivo del Congreso Eucarístico en Téramo se eleva - como siempre a esta hora - la plegaria del Angelus. Meditemos junto con la Virgen de Nazaret en el momento de la Anunciación. Meditemos en el misterio de la Encarnación: "El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,14): en efecto, vino a habitar en el seno de María, en su Corazón.
2. Entre el Corazón de la Madre y el Corazón del Niño -de su Hijo- se estrecha desde el principio un vinculo: ¡una espléndida unión de corazones! El Corazón de María es el primero que habló al Corazón de Jesús. El primero, se puede decir, que recitó las letanías a este Corazón. Todos nosotros nos unimos a Ella.
3. Corazón de Jesús, Santuario de Justicia: En Ti el Eterno Padre ha ofrecido a la humanidad la justicia que hay en la Santísima Trinidad, en Dios mismo. La justicia que es de Dios, constituye el fundamento definitivo de nuestra justificación. Esta justicia viene a nosotros mediante el amor. Cristo nos ha amado y se ha dado a si mismo por nosotros (cf. Ga 2,20). ¡Y precisamente con este darse mediante el amor más potente que la muerte, nos ha justificado! "El fue resucitado para nuestra justificación" (Rm 4, 25).
4. A la hora del Angelus, el Congreso Eucarístico de Téramo ora profesando junto con la Madre de Dios los misterios del Sacratísimo Corazón de Jesús. Estos -misterios expresados de modo tan espléndido en las invocaciones de las letanías, nos guíen, por los caminos de la vida terrena, a la patria eterna del Corazón divino, cuando Dios enjugue toda lágrima de los ojos humanos- (cf. Ap 7,17; 21,4), cuando El mismo esté "en todas las cosas" (1 Co 15,28).
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