Blog Católico de Javier Olivares, jubilado
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Jesús Mateo, es un Sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y también compartirlo, además de con los sacerdotes, con los seglares que lo soliciten. Lo pongo también todos los días en dos de mis "Blogs católicos" para mayor difusión. Franja
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29 de mayo, viernes de 2020
Comentario: "EL DON DE TEMOR DE DIOS". "SEÑOR, TÚ CONOCES TODO, TÚ SABES QUE TE QUIERO" (Jn 21, 15-19).
Es un error pensar que el don de Temor de Dios se limita sólo al miedo a las penas del Infierno.
Por supuesto que es un amor bueno, pues para los que estén alejados de Dios puede ser el primer paso hacia su conversión y el comienzo del Amor.
Pero no debe ser éste el motivo principal del cristiano, pero en muchos casos será una gran defensa contra la tentación y los atractivos con que se revisten el mal y el Demonio.
El Don de TEMOR produce en el alma un GRAN HORROR AL PECADO y, si se tiene la desgracia de cometerlo una vivísima CONTRICIÓN.
Además nos IILUMINA para entender que el PECADO es el "único mal que hemos de temer", ya que "en la raíz de los males morales que dividen y desgarran la sociedad está el pecado" (San Juan Pablo II).
El Don de Temor, es el temor del hijo que ama a su Padre con todo su ser y que no quiere separarse de Él por nada del mundo.
El mayor mal que le puede suceder es el pecado, por eso siente HORROR al pecado grave, y también abomina el pecado venial deliberado.
¿No te parece que la sociedad actual ha perdido el santo temor de Dios?
Tenemos el grave peligro de olvidarnos de Dios, de la Justicia Divina, de llevar una vida vacía, sin Dios y sin pensar en la muerte ni en la vida eterna que nos espera.
Es verdad que Jesucristo, a lo largo del Evangelio, repite varias veces:
"No tengáis miedo...no temáis", pero a la vez, resuena la exhortación:
"Temed, temed más bien al que puede enviar el cuerpo y el alma al Infierno" (Mt 10, 28).
Ese temor de Dios, es un temor de amor, de temor filial; el no querer "contristar al Espiritu Santo" (Ef 4, 30).
El santo temor de Dios nos llevará a la CONTRICIÓN, al arrepentimiento por amor filial.
Que la Virgen, Nuestra Madre, Refugio de los Pecadores, nos ayude a reconocer humildemente nuestras faltas y pecados, y a dolernos verdaderamente de ellos.
Jesús Mateo. Sacerdote
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Que Dios pague este esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja.
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Nuestra Madre,
Refugio de los Pecadores.
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