domingo, 3 de septiembre de 2023

Hoy vemos a Jesús en su pueblo, en Nazaret, en la sinagoga. "TODOS SE ADMIRABAN DE SUS PALABRAS" (Lc 4, 16-30)

Blog Católico de Javier Olivares, jubilado

Jesús  Mateo, sacerdote de Valladolid me  envía el  del Evangelio de cada día,  y yo con gran placer lo edito en mis blogs católicos de difusión. Sé que hay muchas entradas porque muchos lo reciben y comparten para ayudarse en su tiempo de oración.

P. Javier Olivares.

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4 de septiembre, lunes 2023

 

Hoy vemos a Jesús en su pueblo, en Nazaret, en la sinagoga. "TODOS SE ADMIRABAN DE SUS PALABRAS" (Lc 4, 16-30)

Hoy vemos a Jesús en su pueblo, en Nazaret, en la sinagoga. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor".

Dice San Lucas que toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca. También tú y yo nos maravillamos de las palabras del Evangelio. El Evangelio es un pozo sin fondo. Nunca se agota. Ha de ser nuestro alimento espiritual: debemos leerlo, meditarlo, rumiarlo y llevarlo a la práctica.

 

Cantamos con el pueblo: "Tu palabra me da vida, confío en ti, Señor. Tú Palabra es eterna en ella esperaré". Hemos de pedirle a Dios: "Habla, Señor, que tu hijo escucha; habla Señor, te quiero escuchar. Habla, Señor, danos tu mensaje, habla, Señor, danos tu verdad".

Que esa sea nuestra actitud cuando leemos y meditemos el Evangelio: caer en la cuenta de que Dios  habla, de que me quiere decir algo; de que siempre tiene algo que contarme. Tú y yo debemos escuchar; debemos tener el oído atento a sus enseñanzas, a sus insinuaciones.  En muchas ocasiones le podemos preguntar: ¿Qué quieres de mí? ¿Qué me estás diciendo hoy, ahora, en este Evangelio? 

Que la lectura y la meditación del Evangelio sea un encuentro con Cristo que nos llene de paz y de luz y deje huella en nuestra vida. Al mismo tiempo, llenos de su Luz, hemos de irradiar a otros lo que Dios nos ha hecho ver en la consideración y meditación del Evangelio.

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo.

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