D. Jesús Mateo me manda todos los días un comentario del EVANGELIO para editarlo en el Blog católico de Javier Olivares, baionés jubilado, Baiona. Lo hago con gran placer por el bien que hace su difusión por el formato de Blog. P. Franja
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26 de octubre, martes de 2021
COMENTARIO DEL EVANGELIO:DIJO JESÚS A LA GENTE: "EL REINO DE LOS CIELOS ES SEMEJANTE A UN GRANO DE MOSTAZA" (Lc 13, 18-21).
En el Evangelio de hoy Jesús nos da una gran lección:
"LA IMPORTANCIA DE LAS COSAS PEQUEÑAS".
Para ello usa dos parábolas,
la de la levadura y la del grano de mostaza
con las que nos explica cómo actúa el Reino de Dios en este mundo. Tanto el grano de mostaza como la levadura simbolizan a la Iglesia que reducida al principio a un grupo de discípulos, se fue extendiendo con la fuerza del Espíritu Santo hasta acoger en ella a todos los pueblos de la tierra.
¡Qué difícil es comprender el misterio de la semilla pequeña que se transforna en un árbol frondoso que da miles de semillas!
Así actúa Dios en nuestra alma. Es un gran misterio. De ordinario actúa de una manera lenta, silenciosa y progresiva, a base de cosas, aparentemente, pequeñas. Y así es nuestra vida. Dios bendice y valora las cosas pequeñas que hagamos en su honor.
Señor, esto me llena de ánimo y de esperanza, porque no me veo capaz de hacer cosas grandes. Me llenan de alegría tus palabras: "Porque fuiste fiel en lo poco, en las cosas pequeñas, yo te entregaré lo mucho, entra en el gozo de tu Señor". Me haces ver, Señor, que habré errado el camino si desprecio las cosas pequeñas; y que si lo hago por amor no hay cosas pequeñas, todo es grande.
Recuerdo tu alabanza a la pobre viuda que dejó su pequeña limosna en el templo. Era poco a los ojos de los hombres pero no a los ojos de Dios, porque lo dio con mucho amor. Los Apóstoles aprendieron la lección. Ellos se estaban fijando en los que echaban en el cepillo del templo grandes cantidades de dinero, en cambio a Ti, Señor, se te encendió tu mirada al ver las dos moneditas de aquella pobre mujer. Dio todo lo que tenía, muy poco, pero con mucho amor.
Yo, Señor, no tengo grandes cosas para darte, pero deseo ofrecerte lo poco de lo que dispongo: sonreir siempre, pasar por alto las cosas que me molestan, ser generoso sin tasa, escoger lo peor, ofrecer el trabajo intenso constante y ordenado, ser puntual, cumplir en cada momento lo que debo hacer, cuidar las cosas que tengo y uso, servir con buena cara, hacer la vida amable a los que me rodean, cumplir.el plan de vida...
Que la Virgen nos ayude a ser siempre fieles en las cosas pequeñas, sin esperar una sonrisa, ni una mirada de agradecimiento.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Santa María nos acompañe siempre con S. José
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