D. Jesús Mateo es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio. Pienso que vale la pena compartir con los sacerdotes y con los seglares que lo soliciten. Lo pongo todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja
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11 de abril, domingo de 2021
"JESÚS DIJO A TOMÁS: TRAE TU DEDO, AQUÍ TIENES MIS MANOS; TRAE TU MANO Y MÉTELA EN MI COSTADO; Y NO SEAS INCRÉDULO, SINO CREYENTE. CONTESTÓ TOMÁS: SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO". (Jn 20, 19-31).
Jesús se aparece a los Apóstoles la misma tarde del domingo en que resucitó. Tiene prisa en ver a sus Apóstoles. Los necesita. Los echa de menos. Los quiere con locura.
(Lo mismo nos quiere a ti y a mí. Mientras no nos convenzamos de ello nos estamos perdiendo lo mejor de nuestra fe.
Por dos veces les saluda con la fórmula usual entre los judíos:
PAZ A VOSOTROS.
Les desea paz, felicidad. "Y los discípulos se llenaron de alegría", dice el Evangelio de hoy. Es lógico que los Apóstoles se llenasen de alegría. Jesús, el Maestro está con ellos.
Confía en ellos y los envía a predicar en su nombre por el mundo entero.
Y además, soplando sobre ellos, les envía el Espíritu Santo y les concede el poder de perdonar los pecados. ¿CABE MAYOR MISERICORDIA?
Celebremos con amor y alegría el día de la DIVINA MISERICORDIA instituido por San Juan Pablo II.
El mejor modo de celebrarlo es confesándonos. "Toquemos, como Santo Tomás, el amor de Cristo".
Dice el Papa: "Para experimentar el amor hay que dejarse perdonar. ¿Me dejo perdonar? Pero, Padre, ir a confesarse parece dificil... porque nos viene la tentación ante Dios de hacer como los discípulos en el Evangelio: atrincherarnos con las puertas cerradas. Ellos lo hacían por miedo y nosotros también tenemos miedo, vergüenza de abrirnos y decir los pecados". (8-4-2018).
NUEVA APARICIÓN A LA SEMANA SIGUIENTE.
En la aparición anterior no había estado presente uno de los Apóstoles: TOMÁS.
Este, por más que intentaban convencerle los demás Apóstoles, no los creía. Hasta llegó a decir que mientras él "no viera las señales de los clavos en sus manos y no metiera la mano en su costado no lo creería".
En esta aparición Jesús, con mucho cariño y gran ternura, le invita a Tomás a tocar sus heridas. La contestación del Apóstol es una joya: "SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO".
Que las digamos, en el momento de la Consagración, con la misma fe y el mismo amor que el Apóstol Tomás.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja. Confeccionado o adaptado por Franja para ponerle en dos de los Blogs católicos de Javier Olivares. baionés jubilado. Baiona. A veces lo he puesto en tres de los blogs, para que los que vayan buscando un comentario de Santo Evangelio, encuentren mayores probabilidades.
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