COMENTARIO: "VOSOTROS SOIS LA SAL DE LA TIERRA. VOSOTROS SOIS LA LUZ DEL MUNDO". (Mt 5, 11-16).

Blog Católico de Javier Olivares, jubilado

Comentario del Evangelio, que cada día D. Jesús Mateo, sacerdote de Valladolid,  me envía para que lo difunda en mis blogs. Y a mí me da mucha alegría el comentarlo en el Blog católico de Javier Olivares,  baionés jubilado de BAIONA.

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7 de junio, martes de 2022

COMENTARIO: "VOSOTROS SOIS LA SAL DE LA TIERRA. VOSOTROS SOIS LA LUZ DEL MUNDO". (Mt 5, 11-16).

 

Merece la pena meditar el Evangelio de hoy: "En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos".

Este Sermón de las Bienaventuranzas tuvo que desconcertar a los Apóstoles y a todos los que lo escucharon. Eran gente sencilla, pescadores, agricultores, pastores. La casi totalidad pertenecía a la clase campesina. Y a ellos les dice que son la luz del mundo y la sal de la tierra. ¿Se lo creerían? Yo creo que no. Creo que quedaron desconcertados. 

¿Nos creemos, tú y yo, lo que dice el Evangelio de hoy, que somos LA SAL DE LA TIERRA Y LA LUZ DEL MUNDO? Nos hace ver que el mundo necesita de tu testimonio personal y del mío; de tu ejemplo y del mío. Que debo ser Luz para los demás. Que debo ser eficaz como la sal, dando sabor a las personas que trato. Que debo ser luz que enseñe a vivir a los demás  hombres el estilo de las bienaventuranzas con mi vida normal y sencilla, en lo ordinario, en lo de cada día. ¿Creo en el Sermón de las Bienaventuranzas?

Señor, me cuesta entenderlo. Me cuesta creer que me has elegido para ser sal de la tierra y luz del mundo, siendo como soy un pobre pecador. Me cuesta entender que sólo en Ti, Señor, está  mi auténtica felicidad. ¡¡¡Virgen María, ven en mi ayuda!!!

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo. Un abrazo. P. Franja.

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Confeccionado en el Blog de Franja

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