D. Jesús Mateo es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio. Pienso que vale la pena compartirlo con los sacerdotes y con los seglares que lo soliciten. Lo pongo todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja
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20 de diciembre, Domingo de 2020.
COMENTARIO DEL EVANGELIO: "ALÉGRATE, MARÍA, LLENA DE GRACIA, EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO" (Lc 1, 26-38)
El Evangelio de hoy es divino. Es para leerlo y meditarlo de rodillas, en silencio, en oración.
Contemplamos el hecho más maravilloso y el misterio más entrañable que podríamos imaginar: La Anunciación y la Encarnación del Hijo de Dios.
Del Cielo es enviado a Nazaret, por parte de Dios, el Arcángel San Gabriel para saludar a una virgen desposada con un hombre llamado José; el nombre de la Virgen era María.
El Arcángel viene con una misión única e irrepetible: "Comunicarle que había sido elegida para ser la Madre de Dios y pedirle su consentimiento".
El Arcángel al ver a María quedó prendado de tanta belleza y santidad. No se la podía imaginar tan hermosa y llena de gracia.
La saludó con estas palabras: Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo".
San Lucas sólo recoge estas preciosas palabras, pero yo me imagino que le diría muchas más alabanzas y piropos. Le diría que era la bendita entre todas las mujeres y que había sido elegida por Dios para ser su Madre.
(Yo te invito a que te unas al Arcángel San Gabriel para decirle a la Virgen cosas bonitas que te salgan del corazón: dile conmigo: ¡¡¡MÁS QUE TÚ SÓLO DIOS!!!.
Dile, tú, personalmente, más cosas bonitas que te salgan del alma).
La Virgen se turbó al oír esas palabras, y pensaba qué significaría esta salutación. Ella se consideraba la más pequeña de todas las criaturas; pensaba que no merecía tales alabanzas.
El Arcángel le hizo ver que iba a ser la Madre del Mesías y que concebiría por obra del Espíritu Santo.
Yo me imagino a la Santísima Trinidad esperando..., en el Cielo la respuesta de María y no solo ellos sino también todos los Ángeles, los Patriarcas, los Profetas...,el Cielo entero, están pendientes de la respuesta de la Virgen.
María meditaba las palabras del Ángel. No se creía digna de tal honor pero movida por el Espíritu Santo exclamó:
"HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR, HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA".
¿Te imaginas la alegría y el aplauso que tuvo que haber en el Cielo?
En cambio, en la tierra solo se enteró la Virgen. Ella se convirtió en Templo del Espíritu Santo, en la Madre de Dios; en la Bendita entre todas las mujeres.
Mirando a María yo le pido la gracia de que me parezca a Ella y me ayude a que Dios reciba siempre un SÍ de mis labios.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague este esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Un abrazo. Franja.
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Confeccionado en el Blog de Franja
y que concebiría por obra del Espíritu Santo.
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