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D. Jesús Mateo me manda todos los días un comentario del EVANGELIO para editarlo en el Blog católico de Javier Olivares .
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15 de noviembre, lunes 2021
Comentario: En Jericó, Bartimeo, el hijo de Timeo gritó a JESÚS: "JESÚS, HIJO DE DAVID, TEN COMPASIÓN DE MÍ". (Lc 18, 35-43).
¿Sabes quién y en qué lugar pronunció estas palabras? De entrada te digo que a mí me entusiasman y las quiero hacer mías.
Tuvo lugar en Jericó, una ciudad bella. Y fue un ciego, muy conocido, Bartimeo, el hijo de Timeo el que las pronunció. Este ciego estaba sentado al borde del camino. Su vida era triste, rutinaria. Vivía de lo que le daban y se iba acostumbrando a su estado de vida.
Antes de seguir adelante quiero decirte que, de momento, nos parecemos, tú y yo, al ciego en dos cosas. "Somos ciegos": No vemos... nos falta fe para ver a Dios... para ver lo que Dios quiere de nosotros..., y para ver que Dios pasa, ahora, junto a nosotros.
También nos parecemos en que "estamos sentados" en nuestra comodidad, en nuestra vida cómoda y muelle, sin querernos complicar la vida. Le pido a Dios que nos ayude a parecernos al ciego en la súplica que hizo a Jesús: "Ten compasión de mí". Y lo pidió varias veces a gritos: Ten compasión de mí que soy un pobre ciego, que necesito ayuda, que estoy cansado de pedir un día y otro.
Nadie me atiende. Nadie me escucha. ¡Qué triste es mi vida! Vamos tú y yo a pedirle a Jesús con la fe de Bartimeo que nos atienda, que nos cure de la ceguera espiritual
Jesús se paró y le mandó llamar. ¿Qué hizo Bartimeo? Nos lo cuenta con una viveza impresionante San Lucas:
*Arrojó el manto, *dio un salto *y se acercó a Jesús.
Me maravilla. Arrojó todo lo que le estorbaba, lo único que tenía, el manto. Dio un salto. Sería joven. No tuvo miedo a caerse. Y se acercó a Jesús, ya que era la oportunidad de su vida, estar con Jesús. Cómo me gustaría imitar a este ciego en estos tres detalles: quitar de mi vida todo lo que me estorbe, dar un salto en mi vida espiritual y acercarme y estar con Jesús.
El Señor tuvo un diálogo divino con Bartimeo. Le pregunta: ¿Qué quieres? Y éste le pide: QUE VEA. Jesús le dice: Ve, tu fe te ha salvado". "Y enseguida recobró la vista y lo seguía glorificando al Señor". Que escuchemos las mismas palabras de Jesús e imitemos a Bartimeo dándole gracias al Señor y siguiéndole con alegría.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Santa María nos acompañe siempre con S. José
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